Somos una asociación de creyentes que, reunidos en grupos, se turnan velando en las horas de la noche para adorar a Dios en representación de toda la humanidad y en nombre de toda la Iglesia. Se constituyó en 1877
San Ignacio de Loyola, en el libro de los Ejercicios Espirituales nos dice que el hombre ha sido creado para Alabar, hacer reverencia y servir a Dios Nuestro Señor y de esta forma salvar su alma. Esto es lo que hace el adorador en su vigilias. Mientras el resto de la humanidad descansa, nosotros nos disponemos a rezar, pidiendo por toda la humanidad, por toda la Iglesia, por cada uno de nosotros; nos disponemos a escuchar aquello que el Señor quiere comunicarnos.
La Adoración nocturna no es otra cosa que una ocasión u oportunidad que se me da para entrar en intimidad con un Dios que sabemos nos ama; a descubrir la maravilla de un Dios, tan cercano, que se ha quedado en el Sacramento eucarístico para aliviarme porque estoy cansado y agobiado, como Jesús mismo nos prometió: Venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados y yo os aliviaré (Mt 11, 28). No son palabras de cortesía. Probadlo y lo experimentaréis.
Nos reunimos ordinariamente los terceros sábados de cada mes de 21.00 a 01.00